Compartimos con todas nuestras socias y socios de nuestro sindicato, la carta abierta que el Profesor y Doctor en Ciencias de la Educación Marcelo Casis Raposo, dirigió a la alcaldesa Evelyn Matthei, a propósito de los últimas declaraciones en medios de comunicación.
Carta a la Alcaldesa Evelyn Matthei :
Al escuchar sus palabras Alcaldesa, respecto al planteamiento (legítimo, desde su mercantilizado contexto político empresarial), de considerar “injusto que mientras los funcionarios municipales deberán asumir una rebaja de su sueldo, los profesores, sigan recibiendo sus remuneraciones intactas, cuando no están cumpliendo con su jornada laboral”, las creí como una nueva fake news. Al indagar, pude constatar con estupor que eran ciertas, las había emitido en un programa matutino, de esos que tan acostumbrados nos tienen, de llevar personajes de dudosa reputación, a darnos declaraciones que, en la mayoría de los casos, parecieran elegir con pinzas, al mas desquiciado del momento.
Ud. Alcaldesa, la misma que al día siguiente de haber perdido la elección presidencial del año 2014, se vistió con un llamativo delantal azul, de cuello blanco y, que con un preparado show mediático, ingresó como profesora de matemáticas a ejercer esta noble profesión en un colegio subvencionado de la zona sur de Santiago. Ud. la misma que quizá, desde su mezquino mundo intelectual, creyó que el uso del delantal azul, ese del cuello blanco, la convertiría en una verdadera profesora de matemáticas. Tal vez, ese fugaz paso por la docencia, no le permitió comprender que la labor docente, va mucho más allá del uso del delantal y de dictar una clases y, que a partir de las horas lectivas, se puede calcular (como economista) la remuneración que nos corresponda. No señora alcaldesa, los profesores, no nos limitamos a “hacer clases”. Los profesores, amamos nuestra profesión, y no solo usamos delantal y “hacemos clases”. También las preparamos, siempre fuera de nuestro horario laboral; evaluamos los aprendizajes, muchas veces de manera formativa en el día a día, y dedicamos extensas jornadas en nuestras casas, para calificar numéricamente los avances de nuestros estudiantes. Siempre, sacrificando el tiempo que le debemos a nuestras familias, para entregárselos gratuitamente, si, gratuitamente, al porvenir de miles de niños y niñas que serán el futuro de nuestro querido país.
Quiero decirle, que me dolieron sus palabras. Día a día me dedico, a formar nuevos profesores para Chile. En mi discurso, siempre está el respeto, no solo el que le debemos a la sociedad, sino también el que nos merecemos. Respeto que fue una vez más atropellado por una autoridad y nuevamente mi discurso invalidado.
Fíjese que esos profesores que Ud. considera ganan mucho dinero, han sido desde las últimas cuatro décadas, constantemente menoscabados, por una sociedad, que al amparo de este modelo neoliberal, considera que los profesionales valen, según cuanto ganan. ¿Pero sabe una cosa?, la dignidad que llevamos dentro, esa que no se adquiere por el solo hecho de usar ese maravilloso delantal azul, de blanco cuello, es la que nos ha permitido, educar, acompañar, formar y transmitir incluso, cuando la muerte, el horror y la tortura acompañaban nuestra labor.
Qué lindo hubiese sido Alcaldesa que, durante esas horas en que se disfrazó de profesora, por el año 2013, hubiera sido tocado, aunque de manera efímera, por aquella varita que llamamos y reconocemos como “vocación”. Que con ella, hubiera comprendido el ethos del profesor y, que la empatía profesional que nos debemos como colegas se hubiese apoderado de todo su ser . Tal vez, y solo tal vez, en ese hipotético escenario, lo que hubiésemos escuchado de sus palabras, sería algo así como: “aunque la municipalidad no tenga un peso, jamás sacrificaré a los docentes”.
Lamentablemente, lo que todo Chile oyó, fue justamente lo contrario.
Marcelo Casis Raposo
Profesor y Doctor en Ciencias de la Educación